sábado, 29 de octubre de 2016

Mi perfecto desastre

Si el ciego mundo observara cuánto te añoro y cuanto te valoro, no habría un Quérido amor etéreo capaz de volver a helar mi alma. Ni aunque esos hermanos, Tiempo y Olvido, intentaran alejarnos de lo que nos une, solo nuestra comprensión, nuestra razón y nuestro corazón sabrán lo que el destino nos ofrecerá. Y jamás tengas miedo, no si estoy a tu lado. Ni si quiera las cicatrices del pasado pueden hacer que decaigamos, al contrario, nos fortalecen como si no hubiera un ayer, solo un futuro de esperanza. Y no importan los problemas ni cuantas personas pasen hasta nuestra llegada, un día estaremos sentados escuchando "La vie en rose" mientras cae un atardecer en el agua, y disfrutamos un momento más que sumar al camino de la felicidad, nuestro camino.

Recuerda quien fuiste, para saber quien eres y ten fe en tí misma, ten fe en lo que está por llegar. Ten fe en ese corazón que aguarda, que hará llegar la sensación más maravillosa que hayas disfrutado.

A mi dulce sombra, a tí que aguardas mi llegada, no tiembles, no temas. Hoy, aunque no me veas, estoy contigo. Ya no llueven lagrimas, pues solo te esperan a tí, y si tienen que caer, que sea de emoción por encontrarme contigo.  Abramos la ventana al mundo, a la posibilidad de que todo irá bien llegado el momento, de que un día se encuentre finalmente el sentido a un "de tí sin mí".

Y no caigas en la inseguridad, que no surjan esas palabras que nadie quiere oír. Que no rompan un momento más de tantos, de las muchas historias en las que a lo largo del tiempo algo no dejó de escucharse, y que entre nosotros no hay más sinsentido de que apareciera ese "Ya no siento lo mismo". No en nuestra historia. Que ya no hubiera que preguntarnos cada noche : "¿Y si viviéramos cerca?" Probablemente nuestro recorrido comenzaría finalmente, después de tanto luchado con personas que no dudaron en dejarnos de lado en un suspiro.

Y sí, quizás seamos bichos raros, quizás seamos un desastre. Pero serías mi perfecto desastre.






martes, 25 de octubre de 2016

"¿Y si viviéramos cerca?"

Un mundo que alberga millones de almas separadas por un muro invisible de cientos o miles de kilómetros.

En ocasiones da la casualidad que la persona indicada no es del lugar en el que vives. ¿Pero quién controla eso? ¿Al final tienes que forzarte a tí mismo a encontrar alguien de ese lugar, para no sufrir por algo más lejano? El destino es injusto a veces, quizás demasiado. Vayas donde vayas seguro que hay una persona que esté pasando por esto. Es triste, pero cierto. Personas que lo único que quieren es sentir el roce de alguien tan increíble para ella, y que por desgracia no la pueden tener cuando más la necesitan.

Un difícil camino para muchas personas. Los más fuertes, lo consiguen. Los más débiles, acaban por conformarse con el cariño de alguien cercano, que le proporcione lo que la otra persona no le podía dar. Y al final, en este caso, solo queda un tremendo pesar. Un ruego a la vida, quizás rabia por no poder demostrar todo lo que podrías, muchísimo más de lo que encontrará en esa persona que tiene cerca.

Puede que hayas vivido esto o puede que no. Pero si conoces a alguien en esta situación, sé amable con ella, necesita salir adelante en este mundo en el que en ocasiones nuestros mayores deseos son demasiado difíciles de alcanzar.




domingo, 16 de octubre de 2016

"Ya no siento lo mismo"

Unas palabras cargadas de irresponsabilidad, la mayoría de las veces. Dichas cuando por primera vez esa persona a la que van dirigidas ya no te importa tanto. A cuántas personas les habrá roto el corazón, a cuántas les habrá encogido el alma.

Y nos hacen más fuerte...dicen. Sí, es cierto que nos creamos una coraza que ayuda a que personas, con no muy buenas intenciones o que simplemente te dejen de valorar al tiempo, no nos puedan hacer daño. Pero cuando decides abrirte a una persona nuevamente y te acaba diciendo esas palabras...sí, esas malditas palabras, el efecto que te producen es el doble de desgarrador de lo que lo fue la última vez...

Al final solo queda una cosa: miedo. Tengo miedo. A dormir y tener un sueño que como una premonición al despertarme se haga una realidad, en el que esa persona a la que adorabas sentencie lo que tanto temes. De que si las cosas van mal en algún momento, pueda pensarme lo peor. Tengo miedo a tener una mínima posibilidad de sentir el propio miedo, de pesadumbre.

Tan pronto las nubes te mecen en el cielo, como te sueltan hasta dejarte caer hacia un precipicio del cual es demasiado difícil salir. Ojalá, estimado lector, no tengas que escuchar estas palabras por primera vez, o de nuevo, pues he aquí la prueba de un servidor que no quiere volver a sufrir el efecto de tan doloroso recuerdo.



miércoles, 12 de octubre de 2016

Inseguridad

Sí lees esto, lo más seguro es que te sientas identificado, tanto porque te ocurra a tí, como a una persona que conozcas. Quizás lleves mucho intentando encontrar la respuesta.

Lo lógico hoy en día es que busquemos lo seguro, lo que perdure. Sin embargo... la realidad no es así. En nuestra sociedad existe gran cantidad de personas que no considera emocionante el tener algo que puede permanecer a tu lado y que sepa que siempre va a estar ahí, si no ir cambiándolo de tiempo en tiempo. No tienen por qué ser, a pesar de todo, malas personas por ello, pero no saben valorar con el tiempo lo que tienen a mano. Y es curioso, porque saben apreciar lo verdaderamente bueno. Como van cambiando constantemente lo que quieren, diferencian al instante cuándo algo vale la pena. Pero aquí entra lo que hablaba anteriormente: al ver que es algo tan bueno para ellos, intentan buscar algo mejor aún, dejando de apreciar lo que ya poseían actualmente. No se sienten seguros con lo que de verdad quieren...

Probablemente te habrás imaginado de a qué similitud quiero llegar con esto. Somos personas, y a veces tratamos a otras como simples cosas, de usar y tirar. No importa cuan bueno seas para esa persona, su inseguridad hace que tarde o temprano pueda querer cambiarte por otra. Y puedes preguntarte: ¿Por qué lo hacen? ¿Qué sentido tiene? Estas personas inseguras se pasan la vida buscando a alguien perfecto para ellas, pero si en algún momento encuentran a dicha persona pueden pensar "Si he encontrado alguien así de perfecto para mí, entonces seguro que existe alguien mejor que este/a". Pero la realidad para ellos acaba siendo otra, ya que lo que acaban encontrando después de dejar a esa persona son miles más que en ningún momento la valorarían de verdad, y el consiguiente arrepentimiento de haber dejado marchar a esa que sí era "perfecta" para tí.

Es triste cuando te das cuenta de ello, pero mi consejo es (como ya digo en numerosas ocasiones), que no dejes marchar a quien empezaste a valorar y no te da razones de lo contrario, porque es muy difícil encontrar a alguien así y muy fácil perderlo. Ten fe en tí, en tus decisiones y en lo que consideras que te llena. No tener las cosas claras acaba haciéndote daño a tí y a las personas que confían en cómo eres. Cree en tí mismo, y entonces sabrás con quien quedarte de verdad.



domingo, 9 de octubre de 2016

De tí sin mí

La palma de tu mano junto a la mía, una mirada y un beso. Quedó entonces un lazo irrompible que demostrará que las almas gemelas existen, y que agradezca tu presencia, tu existencia. Solos tú y yo. Yo y tú como el mismo espíritu. Un instante demasiado esperado tras muchos años de inesperadas exactitudes...

Pero es hora de reír, de llorar acompañado, que los malos momentos han pasado. Es hora de volar, de subir a lo más alto. De sentir que la marea ya no nos haga daño como a otro desdichado barco destruido en un nuevo acantilado.

Recorramos el mundo, recorramos la vida, mi dulce sombra, mi dulce brisa, tras haber sentido las huellas del destino llamando a nuestra puerta.

Al fin. Has llegado.



domingo, 2 de octubre de 2016

Querido amor en el mundo

Querido amor en el mundo:

Sí...te escucho. Te he escuchado cada noche, cada vez que has posado el lápiz sobre el papel. Escucho la música que pones cuando escribes pensando en mí. Cada vez que lo haces se abre una puerta en mi alma que me transporta a tu habitación, a tu corazón...

En ocasiones he tratado de gritar, de intentar llamarte y que te dieras cuenta de que estaba junto a tí...pero ha sido en vano. Al comprobar con el tiempo que ibas estando cada vez menos triste una sonrisa ha ido iluminando mi rostro, el cual tampoco recuerdo. Porque no quiero volver a verte llorar, no quiero que vuelvas a perder a nadie, te mereces a alguien que sienta la maravillosa persona que eres, que te haga como mínimo ver la vida como te la intenté mostrar yo.

Es hora de partir... Esta será mi última visita, nuestro último anochecer. Pero no te preocupes, como ya sabes con cada pensamiento tuyo nunca moriré.

Gracias por iluminar mis últimos momentos cuando apenas nadie se preocupó de hacerlo. Gracias por hacerme sentir viva...

Te quiero.