jueves, 21 de diciembre de 2017

A largo plazo

No se si es por la sensibilidad, no se si es porque tengo una exagerada memoria a largo plazo, pero me ocurre algo que a muchos quizás les gustaría, y es eso mismo: recuerdo demasiado. Pero decir demasiado es incluso decir poco. Podría decir incluso que de una forma "mágica". Cuando pienso en un momento lo revivo de una forma muy intensa, en definitiva, muy real. Y más aún si he vivido momentos agradables ligados al lugar en el que recreo el recuerdo.

Por ejemplo, por decir el recuerdo más lejano que puedo llegar a tener, me recuerdo a mí de bebé, estar en la cuna, gatear, recordar los pensamientos de bebé. 

Para que lo entiendas mejor. Pasar por un lugar en el que he pasado un determinado momento, me hace volver a revivirlo. Caminar por una calle y recordar el olor, la gente a mi alrededor, los puestos y las tiendas, los niños jugando, los sonidos, las luces... Vuelvo a estar ahí, exactamente igual, no cambia nada, solo el momento en el tiempo donde ni si quiera me hace falta cerrar los ojos, veo a todas esas personas andando por esa calle y veo a la persona o personas que me acompañan a mi lado. A veces me pregunto si no es esto una forma de locura, me siento extraño y en ocasiones triste. Al final el pasado es eso: pasado. Y el pasado en ocasiones duele por no tener aquello que perdimos. Aunque acordarme también de una forma tan real de las cosas buenas es algo que agradezco mucho.

Pero en ocasiones tengo que acabar riéndome cuando una persona me dice olvida el pasado, piensa en otra cosa, no asocies tal cosa a lo otra... Y a mí me encantaría poder decirle a esa persona que me quiera ayudar: Pues sí, "ya no pienso en eso cuando paso por allí" o que ya no pienso en un momento malo al escuchar una determinada canción. Pero es que si esas personas entendieran la complejidad de todo esto. Es tan difícil olvidar situaciones y momentos cuando tu memoria recuerda de una forma tan detallada tu vida, como si fuera una película que pasa ante tus ojos. Y llega a ser un problema, porque le doy tanto valor a esos momentos por recordarlos tan bien y detallados que me da mucha impotencia cuando una persona con la que he vivido algo ni si quiera se acuerda de ello.

Y es que...no se si tú que me lees, eres así, pero si eres una persona que se olvida fácilmente de los recuerdos, en muchas ocasiones te diría algo: te envidio.




domingo, 24 de septiembre de 2017

Sensibilidad

Es jodido ser una persona sensible. Tiene ventajas, sí, estimula tu creatividad y aprecias más lo que hay en tu entorno, pero por otro lado cuando te afecta algo que te pone mal o triste, te pone en ese estado más de lo que debería. Te preocupas más, tu corazón late más fuerte, tus sentimientos se revolucionan provocándote un estallido de penumbra en tu interior, y se acaba trasladando a tu mente, que no hace si no pensar en ese problema que te entristece una y otra y otra vez...

Envidio a las personas que logran que no les afecte tanto las cosas, cuyos sentimientos se adaptan rápido para escapar de los problemas e inseguridades. Las envidio mucho, y si pudiera hacer algo para ser como ellos, o como Tú que me lees, si eres así, lo haría. Daría mucho por tener ese respiro.

Al final las personas como yo nos ponemos una coraza muy grande, con tal de no sentirnos heridos de nuevo, no demostrar todos nuestros sentimientos, y lo que es peor, dejar de ser un poco nosotros mismos. Es una pena que por personas a las que les da igual hacer daño porque tienen pocos remordimientos, tengamos que cambiar, para hacernos más fuertes en este mundo tan desconsiderado.



domingo, 27 de agosto de 2017

Obstáculos

Volvemos a vernos. Aquí arriba los dos miramos las estrellas, y se está tan bien...Pero al mismo tiempo hay algo que me inquieta. Siento tu energía y es confusa. Percibo tu inseguridad y eso me entristece, me hace pensar en momentos pasados, personas se fueron. Pasa ante mí ese tren de recuerdos que me indica como una premonición lo que ocurrirá. Cómo un obstáculo sin sentido te dirá que nos perdamos tarde o temprano.



Después de tanto tiempo se ha ido fabricando en mí una especie de mecanismo de temor, angustia, desesperación. Mi interior lucha por no caer, por no sufrir...Por no querer aguardar la esperanza de que aparezca alguien que merezca la pena de verdad para mí y que se quede, ya no...

Mientras pienso estas cosas tú sigues ahí tendida mirando el cielo, dibujando formas con las estrellas, y no se si sonreír o derrumbarme, ante la suave melodía de nuestra canción.





martes, 6 de junio de 2017

Tu último adios


"Lo difícil no es olvidar el pasado, si no olvidar el futuro que te imaginaste"

El final, todo acaba. Hoy acumulamos una despedida más en nuestras vidas. La mudanza ha comenzado, y empezamos a meter en cada caja unos recuerdos que ya solo sirven para hacernos pensar en el tiempo que invertimos en un resultado que nunca quise que llegara. Tú serás...seas quien seas ahora, y yo seré yo mismo, finalmente. Las pocas brasas que permanecían en nuestro corazón se han extinguido. Solo nos quedan unas cenizas esperando a ser recogidas para que unos nuevos inquilinos se adentren en nuestra alma. Esa alma marchita, decepcionada de nuevo por llegar a ese punto inicial en el que tenemos que buscar otro hogar.




Vuelta a casa y equipaje en mano, en el que me llevo grandes cosas. En él guardo todo lo bueno que sacaste de mí, todas las experiencias, sentimientos y vivencias que me han hecho ser quien soy hoy, tras esos malditos Te quiero de palabra. Lo mejor, darme cuenta que no hay nadie que pueda quererme más que yo. Que lo importante son las acciones y ser fiel a mí mismo, que la inestabilidad solo lleva a hacer daño tanto a mí como los que me rodean, y que la verdad de las palabras de alguien pueden llegar a durar menos de un día, por desgracia. Con ello me llevo la mejor enseñanza: querer es poder. Demostrar a donde puedes llegar es tan fácil como desearlo.


Es hora de partir y al mirarte aparece un tímido Adios de tus labios. Pasarán los años y llegará un día en el que recordarás esa palabra que decidiste finalmente pronunciar por última vez. Ese día en el que alguien te la enviará a tí, y mientras suena nuestra canción, con todas tus ganas y tu ser, desearás que aquel día, lo único que se hubiera escuchado fuera un... Hasta luego.







domingo, 28 de mayo de 2017

Diez años después

Diez años después los dos se volvieron a ver en aquel parque plagado de recuerdos.

Ambos se miraron y no pudieron evitar sonreír, y tras saludarse se sentaron en un banco.

-¿Te acuerdas de este lugar?- Preguntó Rafa sin perder la sonrisa.
-Claro que lo recuerdo, nuestro...
-Primer beso, cuando te di mi anillo- Interrumpió él- Parece que fue ayer.
-En el fondo me sorprende que lo recuerdes y lo digas con tanta naturalidad-dijo Sara al que la memoria de aquel tiempo le ensombreció un poco el rostro.
-¡Venga! No seas tonta, es tiempo pasado, seguro que desde que pasó lo que pasó todo ha ido bien.
-Bueno, he tenido mis más y mis menos pero a día de hoy todo va bien, por suerte.

Rafa se quedó pensativo unos instantes.

-Sé que te da reparo preguntarme, y estoy seguro de que ya no sientes lo que en aquellos días, pero te diré algo que creo que te reconfortará escuchar.
-Está bien- dijo decidida Sara.
-Durante todo este tiempo he aprendido algo: valorar. No estoy con aquella chica por la que te dejé. He cometido el error que tuve contigo una y otra vez. Emocionarme por alguien y cuando esa persona finalmente se interesaba por mí, buscar a otra persona. Y siempre me he quejado de que no encontraba el amor, pero es que ni yo mismo me daba la oportunidad. Es como si hubiera necesitado siempre de la emoción de que una persona que me gustara no estuviera del todo interesada en mí. En el fondo era una mezcla de cosas, gente que no merecía la pena aparecía en mi vida y cuando sí aparecía alguien que merecía la pena, me ocurría eso. Querer algo y cuando lo tenía dejarlo de lado. Querer...lo que no se tiene.
-Odio ese aspecto de la sociedad, y odié que tú fueras así. Lo odié con toda mi alma. Has tardado diez años en darte cuenta, pero me alegro que finalmente recapacitaras.
-Sé que llego tarde en decírtelo pero siento mucho lo que te hice. Miles de personas pasan por manos de gente irresponsable que piensan más en sí mismos que en el daño que pueden hacer a los demás tratando mal sus sentimientos...

Sara notó que dos lágrimas caían de los ojos de Rafa y le dio un abrazo.

-No te preocupes, se que en el fondo de tu corazón no eras así, por eso pasé tanta rabia cuando me sentí desplazada por tu parte... Pero estamos los dos aquí y ahora. No sé qué pasará, pero me alegro de que no nos sintamos unos desconocidos, cuando en realidad nunca lo fuimos.

Rafa se tranquilizó y la miró.

-¿Cómo puedes ser tan buena conmigo después de todo?
-Siempre creí en mis palabras-Sara soltó un suspiro y le enseñó un pequeño objeto-Pase lo que pase.







martes, 23 de mayo de 2017

Quizás...


Quizás sea torpe, el más gafe, un gran despistado.
Quizás no sea el más fuerte, ni el más alto ni más guapo.
Quizás no sea el más rockero, ni más friki, ni más rapero o ya sabes, cualquier grupo en el que a la gente le gusta destacar.
Quizás no sea el mejor músico, dibujante o poeta.
Ni si quiera seré el más listo de los que te pudieras encontrar.
Quizás al fin y al cabo sea esa típica persona que al verla por la calle pensarías que es demasiado normal en este mundo anormal.

Pero sí hay algo de lo que estoy convencido que sé hacer de la mejor forma: quererte.

Y no porque lo diga yo, sino tu mirada. Tus ojos al mirarme bonito cuando te hago reír o esas ganas de darme los buenos días por la mañana, para que cada
día no se me olvide lo feliz que eres de tenernos. Presentarme en tu casa y abrazarte en tus peores momentos. Escribirte palabras y canciones hasta el amanecer y no cansarte de ese misterio de felicidad que tanto me gusta compartir: los pequeños detalles. Por eso, qué más da sentirme la persona más normal del mundo, si cada paso que marco en nuestro camino es especial para tí.

Quizás no sea alguien que haya cambiado el mundo, pero cambié el tuyo y eso...eso sí que siempre perdurará.





martes, 16 de mayo de 2017

Ni conmigo ni sin mí


Ni conmigo ni sin . Y lo sabes, y te das cuenta...Pero siempre eliges lo mismo, siempre acabas en ese punto intermedio: ni conmigo ni sin mí.

Ves en este confiado un soldado de batallas hasta el final por el honor, por tí. La princesa que en la guerra no se acuerda de él, y cuando esa guerra acaba...entonces lo añora.

Y cada vez que lo haces vas quebrando este empedrado corazón lleno de fisuras. Clavas ese pico entre las mellas de un alma llena de sentimientos presos de nuestra decepción. Lentamente, día tras día, sin darte cuenta tallas en él unas muescas finalmente legibles para los dos. Al tocarlas te sorprendes: "Ni conmigo...ni sin ".





lunes, 1 de mayo de 2017

¿Qué me haces sentir?



¿Qué me haces sentir? Ya lo sabes... Pero adoras que te lo repita, que te lo deletree a cada instante. Y hoy te lo voy a dejar tan claro que cada vez que pienses esa dichosa pregunta solo vas a querer escuchar estas palabras. Sí, para tí, solo tuyas.

Me haces sentir la primavera, con su rebosante despertar, con sus ganas de que nos demos un paseo y su manía hacerte sonreír y que hagas tonterías para que yo suelte una carcajada.

Pero también me haces sentir el invierno llamando a mi puerta, con nuestros pies bajo el edredón señalando que ese día toca una buena cantidad de cosquillas.

Me haces sentir que tus buenos días puedan ser la batería para empezar a saborear bien la vida cada día.

Me haces sentir que tus labios y mis labios no son tuyos ni míos, son nuestros.

Me haces sentir que te pueda decir estas palabras, cuando menos fuerzas tengo para hacerlo.

Me haces sentir que el universo se puso de acuerdo para que Tú también significaras Yo.

Me haces sentir que la química no es amor, es algo más fuerte que eso. Un nexo inquebrantable de verdad, de nosotros. Algo que nunca se rompe, pase lo que pase, caigan bombas y se parta medio mundo. Porque quiero que tengas algo muy claro. Si hoy se acabara todo lo conocido, si solo faltaran unos segundos para que el Todo se transformara en Nada, la mano que necesitaría coger en ese último momento sería la tuya...solo la tuya.

¿Que qué me haces sentir? Quiero te hagas otra pregunta ahora: ¿Qué no me harías sentir, mi vida?



sábado, 11 de febrero de 2017

Rendido


Rendido:

Por los te amo desmedidos y los te quiero encaprichados.

Por un Te adoro hoy, y si mañana aparece de la nada otro que le gusta, ya te adora menos.

Por esos me encantas temporales, que no significan nada más a los dos días de haberlos dicho.

Porque los te lo prometo o te lo juro ya no remuevan la conciencia de quien los dice, sabiendo que posiblemente no lo cumpla.

Por la poca empatía. El decir palabras de más que no se corresponden con la realidad, y que tarde o temprano será algo dañino para la persona a la que fueron dirigidas.

Por la falta de compromiso, por no luchar por lo que decimos.

Por esta triste realidad que estamos viviendo.

Porque no se tengan en cuenta las palabras a través del tiempo.

Y tener que echar de menos las palabras selladas en la piel, las que dejan marca de verdad.

Por sentir como se marchita nuestra confianza en el resto. Cómo caen al suelo las ramas de nuestro corazón sobre la superficie de la mentiras.

No viví las anteriores generaciones para afirmar que antes eran otros tiempos, lo que si puedo confirmar es que en este mundo ya las palabras hacen más daño que las acciones.

Que muy a nuestro pesar, el árbol de la verdad... se está secando.






miércoles, 11 de enero de 2017

Cuando me piensas


Cuando me piensas... yo lo siento.
 Cuando ves esa serie que seguías conmigo, la que tanto nos emocionaba, sí.
  Cuando vuelves en esas madrugadas a casa tras una noche del mejor rock transgresivo.
   Cuando cocinas una receta que aprendimos juntos.
    Cuando en tu coche suena la última canción que te recomendé, y que sabía que te encantaría.
     Cuando ves nuestra película favorita los domingos.
      Cuando otra persona te hace cosquillas en el lugar que me gustaba hacértelas.
      Cuando le susurras tu mayor secreto a alguien, y te acuerdas de que también me lo contaste a mí.
      Cuando caminas por el barrio y pasas por esa calle, en la que ya no vivimos ninguno de los dos.
     Cuando pones nuestro juego preferido, al que siempre me ganabas.
    Cuando te besan la frente y ya no escuchas "pase lo que pase".
   Cuando te hacen enfadar, pero ahora no se presentan en casa para darte un abrazo.
 Cuando te das cuenta de que existió alguien que te hubiera querido hasta el final.
Siento todo eso justo en el momento que me recuerdas.

Cuando me piensas, yo también te pienso.
          Y qué haría si no lo hiciera... si eres mi inspiración.